Vecinos del barrio Arenal e integrantes del Instituto San Benito, intenta reflotar este histórico sector de la ciudad de las Siete Colinas. Se trata del monte de los ombúes, el segundo en su tipo que existe en todo el mundo. Los vecinos del lugar procuran que se reubiquen los animales que por costumbre suelen ser encerrados por sus dueños en esta zona que es una Reserve Ecológica.
El Monte de los Ombúes es una formación boscosa que se extiende al pie del Cerro de la Matanza y que cautiva por su rareza botánica. Es el segundo monte de su tipo en el mundo, y se encuentra en la ciudad de las Siete Colinas formando parte de los grandes tesoros naturales victorienses.
Se sabe que el ombú, nombre que proviene del guaraní, no es un árbol sino una hierba gigante, que crece naturalmente de forma aislada en la Argentina, Uruguay, Paraguay y sur de Brasil, pero no en formación boscosa, tal como sucede en Victoria.
El tronco del ombú es un tallo muy ancho y tierno, que conserva el agua y en el que se alternan capas leñosas con capas blandas. El diámetro del mismo puede llegar hasta los 3 metros y su denso follaje puede alcanzar los 18 metros de altura.
Pero a pesar de su gran tamaño, el ombú no puede ser utilizado en carpintería debido a que su consistencia es esponjosa, ni tampoco como fuente de calor ya que no arde.
Lo curioso es que en Victoria, ya sea por su suelo y por su clima, o quizás por un capricho de la naturaleza, una enorme cantidad de estos árboles conforman un monte incomparable.
Este grupo de hierbas gigantes ha sido declarado reserva ecológica por conjugar importancia natural, curiosidad científica, cualidades estéticas y relevancia histórica.
La realidad indica que este espacio botánico ha sido descuidado por la sociedad y maltratado por quienes lo visitan; a lo que sumado al paso del tiempo, se encuentra próximo a extinguirse, en caso de no acudir a un llamado de emergencia y concientización por parte de la sociedad.
Por tal motivo, un grupo de vecinos del barrio Arenal, conjuntamente con profesores y alumnos del Instituto San Benito, están trabajando en la elaboración de un proyecto que tiene como fin la recuperación del mismo.
Este proyecto está basado en la reubicación de los animales que por costumbre son encerrados por sus dueños en esta zona, en la instalación de cartelería para concientizar acerca de la gravedad de la situación, y posteriormente aplicar un proceso de reforestación de la especie.
Gustavo Andino, Presidente de la Junta Vecinal del Barrio Arenal, es una de las personas involucradas en este desafío. En declaraciones a la prensa local expresó que “el Instituto tiene ombúes chicos de entre 1.5 a 2 mts. con los que se podría llevar a cabo la reforestación luego de reubicar los animales que se encuentran encerrados en la zona”. En tal sentido, y de poder desarrollar esta iniciativa con el apoyo económico de la comuna, “las nuevas especies, aunque sean de escaso tamaño, podrían desarrollarse en el predio y reflotar este histórico bosque”, dijo.
Publicado por: El Diario de Paraná.
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