lunes, 20 de junio de 2011

Trabajo artesanal con los adoquines

La Comuna está retirando y volviendo a colocar las piezas frente al Ferrocarril. El objeto es allanar la vía preservando el adoquinado histórico. Se calcula que terminarán los trabajos dentro de 60 días.

Desde la semana pasada, cuadrillas municipales están retirando y recolocando los adoquines en calle Racedo, entre Belgrano y 9 de Julio, mano norte, con el fin de allanar la vía, que sufría pronunciadas irregularidades. Antes de reinstalar el empedrado, se va compactando el piso de modo que el resultado sea prolijo.
Asimismo, en ese tramo del bulevar se realizarán cunetas de material, de modo de reencauzar aguas pluviales, y se realizará un cordón de hormigón central “que permitirá darle la curvatura necesaria a la calle y servirá, además, como separador de la circulación”, según se explicó desde el municipio.
Justamente, a raíz de la extracción de miles de piedras del sector central del tramo y de inmediaciones de las veredas, el Concejo dio curso en abril a un pedido de informes al Ejecutivo para conocer el destino de esos adoquines. Sin embargo, la situación es diferente ahora pues se están retirando y recolocando las piedras en la misma trama principal de la calle, para emparejar la vía. Conservación Vial calcula que terminar el trabajo a lo largo y a lo ancho de todo el sector empedrado le llevará 60 días más. Sucede que es un trabajo de hormiga, y podría decirse que artesanal.

Uno por uno. En diálogo con EL DIARIO, el coordinador de Conservación Vial municipal, Roberto Ayala, explicó que el trabajo “se hace adoquín por adoquín, reparando el piso para volverlos a poner”. Así, se va nivelando la vía, que hacía años sufría hundimientos. “Acomodamos la base, la compactamos, y los volvemos a colocar. El adoquín se repone en toda la extensión de empedrado, desde Belgrano hasta 9 de Julio”, precisó el funcionario.
Un trabajo similar pero de menor envergadura se hizo semanas atrás en Pasaje Baucis, donde también había depresiones. “Los levantamos, acomodamos el piso y los volvimos a poner”, indicó Ayala pero aclaró que se trató de un trabajo mucho menos significativo que el que se emprendió ahora en Racedo. “Hay que sacar adoquín por adoquín, acomodar el piso compactar y lleva mucho tiempo, mucho trabajo”, comentó el funcionario. La cuadrilla afectada es de 20 personas, que laboran por tramos de 10 a 15 metros, en una sola mano, de modo que quede un sentido habilitado. Se calcula que los operarios estarán trabajando en calle Racedo 60 días más.

Redireccionados. Si bien la mayoría de los adoquines del bulevar que están siendo retirados se colocan nuevamente una vez nivelado el suelo, casi 4.000 piedras que fueron sacadas por la comuna en el mes de febrero ya no volverán al bulevar. En marzo, esta Hoja informó de la inquietud en el vecindario por la extracción de adoquines y la apertura de una zanja sobre la traza, del lado de la acera norte. En estos planteos se basó la edil Cristina Sosa (PJ kirchnerista) para solicitar al Ejecutivo municipal que remitiera “toda la documentación sobre las obras ejecutadas sobre la trama vial” en Racedo. La edila basó su iniciativa en las denuncias de los vecinos que daban cuenta que “un camión municipal levantó adoquines de ese sector y nunca fueron repuestos, ya que en un tramo del citado bulevar los mismos habrían sido reemplazados por cemento”.
La inquietud fue respondida a principios de mayo: el Ejecutivo explicó que se quitaron los adoquines para hacer cordones cuneta y un cordón central de hormigón de 30 centímetros de ancho en la misma longitud. Esas piedras no volverán nunca a bulevar Racedo sino que serán colocadas en distintos espacios públicos de la ciudad como plazas y espacios de recreación, informó el municipio.

Del Prado: “Es la primera vez que se hace este trabajo”
El concejal Emanuel del Prado (Peronismo Federal) fue el autor de un proyecto de ordenanza que impulsa la preservación de las calles adoquinadas de la ciudad. En diálogo con EL DIARIO, comentó que “es la primera vez que se hace este tipo de trabajo, de compactar y volverlos a poner”, dijo y consideró que la misma tarea debe hacerse en el resto de las calles adoquinadas de Paraná, tales como Los Vascos y Baucis. “Es la única manera de reparar el empedrado cuando se produce una depresión”, explicó. “Uno por uno los tienen que levantar y recolocarlos”, comentó.
“Realmente, esto es lo que se tiene que hacer. El adoquinado es un atractivo turístico, y su presencia es también una manera de contar nuestra historia. Yo a esto lo venía pidiendo hace bastante, porque Racedo estaba intransitable”, dijo.

Publicado por: El Diario de Paraná.

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