En la tarde de ayer, se celebró el Día del Patrono de Gualeguay, “San Antonio de Padua”, motivo por el cual se realizaron diversas celebraciones religiosas en el ámbito de la mencionada Parroquia. Cientos de fieles acompañaron la manifestación que unió Plaza San Martín con el Templo. La caravana religiosa estaba encabezada por una autobomba de Bomberos Voluntarios. Detrás, la gruesa columna avanzaba con imágenes de santos de cada capilla que componen la Parroquia. y acompañados por los sacerdotes Ariel Crettaz y Pedro Brassesco.
Minutos después, hacían su llegada a Iglesia San Antonio, donde una multitud aguardaba la salida de la imagen de San Antonio, que se sumó a la procesión alrededor de Plaza Constitución. Al cabo de unos minutos, el Santa Patrono fue ingresado nuevamente al Templo para el oficio de la Santa Misa, celebrada por el cura párroco, Isidro Gallicet, quien estuvo acompañado por sus pares, Francisco Magnano, Crettaz y Brassesco.
Decenas de fieles, devotos de San Antonio, desfilaron frente a la imagen –ubicada en el ala derecha del Atrio- para dejar sus pedidos y agradecimientos al Santo. Tras la celebración de la Santa Misa, en el exterior del Templo se realizaron las tradicionales kermeses en el marco de una fiesta popular que también contó con la animación de grupos musicales y artistas locales. Cabe mencionar y destacar la participación de la Banda de Música de la Policía de la Provincia de Entre Ríos, que brindó un repertorio popular a todos los presentes, en agasajo al grato acontecimiento religioso que vivió nuestra ciudad.
San Antonio: síntesis de su vida:
Nace en Lisboa en 1195. A los 27 años se hizo franciscano y tomó el nombre de Antonio en recuerdo de San Antonio Abad. Fue a evangelizar al África pero el clima y el trabajo lo enfermaron. Se embarcó para España pero una tempestad lo llevó a Italia. Allí y en Francia predicó previniendo a la gente para que no se dejara engañar por los herejes albigenses.
Fijó su residencia en Padua, ciudad universitaria. Allí consiguió los mejores frutos de sus sermones y adquirió una fama inmensa. León XIII lo llamó "el santo de todo el mundo", porque su imagen y su devoción se encuentran por todas partes
Fue un evangelizador incansable. Repetía que el gran peligro del cristiano es predicar y no practicar, creer pero no vivir de acuerdo con lo que se cree. Los favores que consigue son inmensos. Es más amado e invocado por el pueblo humilde que ve en él un protector de los pobres y necesitados
Murió el 13 de junio de 1231, a los 35 años. La ciudad de Padua ha conservado sus restos con enorme devoción durante más de siete siglos, construyéndole una bellísima basílica. Dios quiso glorificar su sepulcro obrando allí infinidad de milagros. El Papa Gregorio XI lo declaró santo al año de muerto. Pío XII lo declaró "Doctor Evangélico".
Pulbicado por: El Debate Pregón.
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